Museo Gabriela Mistral de Vicuña proyecta el legado del Nobel hacia 2026 con una intensa programación expositiva dentro y fuera del país
En el año en que se conmemoran los 80 años del Premio Nobel de Literatura otorgado a Gabriela Mistral, el Museo Gabriela Mistral de Vicuña no se limita a una celebración retrospectiva. Por el contrario, el cierre de 2025 encuentra a esta unidad del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural (SERPAT), dependiente del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, desplegando una programación que articula investigación, circulación patrimonial y nuevas lecturas curatoriales, tanto en su sede como en espacios culturales de alcance nacional e internacional.
Lejos de concebir la conmemoración como un punto final, el museo ha trabajado el aniversario como un proceso en curso, con exposiciones activas en diciembre y una proyección clara hacia la temporada estival de 2026. El resultado es un entramado de iniciativas que sitúan a Gabriela Mistral en diálogo con problemáticas contemporáneas, redes intelectuales, territorios y públicos diversos.
Miradas actuales desde el museo
La programación expositiva del Museo Gabriela Mistral de Vicuña se sostiene en una exhibición permanente —compuesta por la Sala Principal, la Sala Atkinson y la reconstrucción de la casa natal de la poeta— que ofrece un marco estable para la comprensión de su vida y obra. En diálogo con ese recorrido, la Sala Laura Rodig concentra las exposiciones temporales de mayor desarrollo curatorial del museo. En ese espacio se presenta desde el 10 de diciembre y hasta el 31 de enero “Mistral: 80 años del Nobel, una mirada actual de su legado”, exhibición concebida no como una recapitulación conmemorativa, sino como un ejercicio de lectura crítica situado en el presente.
Con curaduría de Karen Pazán Valencia, la muestra se articula en torno a tres ejes: la dimensión internacional de Gabriela Mistral y sus redes transnacionales; su escritura crítica y ensayística desplegada en prensa, conferencias y recados; y el denominado “archivo encarnado”, que aborda afectos, duelo y maternidad como claves interpretativas. A partir de manuscritos, primeras ediciones, prensa temprana, libros con anotaciones y material fotográfico del acervo del museo, la exhibición dialoga con las reflexiones surgidas del seminario “Mistral: 80 años del Nobel, una mirada actual de su legado”, realizado en mayo en el propio museo, con la participación de Claudia Cabello Hutt, Fernanda Glaser Danton, Macarena Urzúa Opazo, Andrea Meza Navarro, Martina Bortignon, Soledad Falabella Luco, María Carolina Bergese, Ana María Riveros Soto, Fernanda Ubilla Molina y Rubén Castro Torres, trasladando al espacio expositivo un conjunto de preguntas contemporáneas sobre territorio, memoria y acción pública.
En continuidad con ese enfoque, la terraza de la misma sala acoge desde el 5 de diciembre la muestra “Lucila Godoy a Gabriela Mistral: la huella masónica”, desarrollada en colaboración con Gran Logia de Chile y Club Coquimbo Corporación Cultural. La exhibición propone una revisión histórica de las redes intelectuales y afectivas que acompañaron a Mistral a lo largo de la primera mitad del siglo XX, a partir de figuras como Bernardo Ossandón Álvarez, Manuel Magallanes Moure, Pedro Prado, Pedro Aguirre Cerda y Eduardo Barrios, situando estos vínculos en su contexto cultural y político, sin forzar filiaciones concluyentes.
En la Biblioteca Isolina Barraza de Estay, se inauguró el pasado 12 de diciembre la exhibición bibliográfica “Palma y Gabriela”, curada por la académica y biógrafa estadounidense Elizabeth Horan, figura central de los estudios mistralianos contemporáneos y autora de “Mistral, una vida”. La muestra aborda la relación intelectual y afectiva entre Gabriela Mistral y Palma Guillén, educadora, diplomática y pionera del feminismo mexicano, colaboradora de José Vasconcelos en la conformación del sistema educativo de México y una de las primeras mujeres diplomáticas de ese país. Amiga cercana, confidente y apoyo constante de Mistral durante sus años en México y Europa, Guillén es una figura clave para comprender las redes transnacionales que acompañaron la vida y obra de la poeta. La inauguración incluyó un conversatorio a cargo de la propia Horan.
El recorrido intramuros se extiende hacia el exterior con la instalación de la obra Seeds and Stars, de la artista estadounidense Barbara Crawford, actualmente emplazada en la pérgola del Jardín Poético del museo. La pieza, compuesta por cuatro elementos escultóricos, forma parte de una serie internacional dedicada a bancos de semillas y a la preservación de la biodiversidad vegetal. Tras una instalación inicial frente al Banco de Semillas del INIA en Vicuña, la obra fue trasladada al museo como parte de la conmemoración del Nobel, estableciendo un cruce entre arte, ciencia y territorio que dialoga con preocupaciones contemporáneas como el cambio climático y la conservación del patrimonio natural.
El museo fuera del museo
La labor del museo no se agota en el trabajo desarrollado al interior de sus espacios, sino que se proyecta de manera decidida hacia el ámbito nacional e internacional. Como unidad del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, el museo asume la difusión de la memoria y el pensamiento mistraliano como un ejercicio activo, que implica circulación de colecciones, colaboración curatorial, investigación compartida y presencia institucional en instancias culturales de mayor escala. Esta vocación extramuros ha marcado con fuerza el año de la conmemoración del Nobel, situando al museo no solo como custodio de un legado, sino como un agente que participa en la construcción contemporánea de su lectura pública.
En este sentido, Museo Gabriela Mistral de Vicuña participó en la exposición “Constelación Mistral. Gabriela Mistral: 80 años del Premio Nobel”, que tuvo lugar en Paris entre el 26 de noviembre y el 17 de diciembre, y organizada por la Embajada de Chile en Francia junto a la Biblioteca Nacional de Chile, con colaboración curatorial y documental directa del museo. El proyecto, que tomó forma a partir de un trabajo de archivo y asesoría con los curadores Macarena Urzúa y Sergio Valenzuela-Escobedo, propone una lectura estratificada del legado de Mistral a través de imágenes, documentos y materiales que invitan a constelar su obra y vida en múltiples dimensiones, desde la correspondencia y sus lugares de tránsito hasta sus diálogos con otras voces y geografías.
A nivel nacional, el museo fue parte del ciclo “Lo primero es la tierra: pensamiento mistraliano”, desarrollado en el Centro Cultural La Moneda. En este contexto, participó mediante la producción de cápsulas audiovisuales que abrieron los distintos paneles y charlas del ciclo, estructurado en torno a ejes como América Latina, educación, espiritualidad y naturaleza. La iniciativa reunió a diez instituciones y destacó por su enfoque en el pensamiento público y el diálogo interinstitucional, más allá del formato expositivo tradicional.
En el Museo Nacional de Bellas Artes, una obra clave de la colección del museo —el Retrato de Gabriela Mistral, realizado por Laura Rodig— forma parte de la exposición “Ecos de Gabriela Mistral”, inaugurada el 10 de diciembre. La pieza, que ya había sido exhibida desde agosto 2024 en la Bienal de Venecia como parte del pabellón de Chile, refuerza la circulación patrimonial de la colección del museo en espacios de alta visibilidad.
A estas participaciones se suma el préstamo de dos obras para la exposición “La Ronda Infinita”, inaugurada el 17 de diciembre en el Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM). Se trata de Mano de Gabriela, de Laura Rodig, y el Retrato de Gabriela Mistral, de la escultora boliviana Marina Núñez del Prado. La gestión del préstamo involucró procesos técnicos, administrativos y patrimoniales coordinados por el museo, con un periodo de exhibición que se extenderá hasta marzo de 2026.
Proyección y nuevos territorios
Junto a este despliegue expositivo, el museo se encuentra trabajando en una futura exhibición itinerante en colaboración con el Instituto Antártico Chileno (INACH), proyecto que abordará el vínculo de Gabriela Mistral con el territorio antártico y la geografía austral. Concebida en formato portátil, la muestra articulará reproducciones, textos, audiovisuales y objetos interpretativos en distintos idiomas, con el objetivo de ampliar el acceso y la mediación patrimonial en diversos contextos territoriales.
Así, a ochenta años del Nobel, el Museo Gabriela Mistral de Vicuña —como unidad del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural— se posiciona no solo como custodio de una colección, sino como un actor activo en la producción de conocimiento, la circulación patrimonial y la construcción de nuevas lecturas sobre una figura cuya obra y pensamiento continúan interpelando al presente. Lejos de clausurar la conmemoración en 2025, el museo abre un ciclo que se proyecta hacia 2026, extendiendo la conversación mistraliana más allá de sus propios muros.